A los habitantes de MDS, les está costando poco ser como son, en manos de la tinta (o el pixel por unidad de superficie de la pantalla) de Vanesa Pafundo, la tortuosa despersonalización de la letra usada en vez del nombre, que puede dar paso a la sustitución imaginaria del lector, sobre todo lo letra K., sin embargo, el clima sigue siendo establecido por el comentario, pueblo costero misterioso, y el evidente, temo cuáles sean las consecuencias.
Si como Mallarme proponía, separado de su significación, el lenguaje se convierte en objeto, y la grafía o tipografía concede a los signos un valor como instrumentos constructivos de una forma visual, manipulables libremente y sin sometimiento a la función esencial de transmisión de información, estamos ante una construcción que se va configurando en base a la forma escrita, el enigmático MDS, título de la primera parte de este texto, aparecido en el número 31 y al cual ya me referí en comentario anterior, y el actual, “Coco loco”, número 32, en el que Vanesa Pafundo establece los materiales de su historia basada en el simbolismo de la grafía; artificios que parecen configurar un texto que va dejando de lado aspectos laterales del hecho literario, elementos de sintaxis, en definitiva, para experimentar con una grafía que sugiere un clima, más allá de las frases o sintagmas que lo inducen como las palabras: misterioso, consecuencias, delictivos.
Por ahora, la presentación del texto refiere a la puesta en escena, a la creación del clima, a una presentación de casos, en el sentido psicoanalítico, la letra como sugerencia de inicial de nombre o apellido, o de caso policial, o de simple protección de nombres bajo la insinuación de ser reales, y cercanos.
Todavía una integración de partes entre recursos de varios géneros, por ahora una geometría tipográfica, y varias promesas.
Habrá que estar atentos.
Este número de la revista Odradek, se caracteriza por las propuestas que establecen un nexo entre historias, como promesas que se van abriendo en la línea del tiempo.
Si como Mallarme proponía, separado de su significación, el lenguaje se convierte en objeto, y la grafía o tipografía concede a los signos un valor como instrumentos constructivos de una forma visual, manipulables libremente y sin sometimiento a la función esencial de transmisión de información, estamos ante una construcción que se va configurando en base a la forma escrita, el enigmático MDS, título de la primera parte de este texto, aparecido en el número 31 y al cual ya me referí en comentario anterior, y el actual, “Coco loco”, número 32, en el que Vanesa Pafundo establece los materiales de su historia basada en el simbolismo de la grafía; artificios que parecen configurar un texto que va dejando de lado aspectos laterales del hecho literario, elementos de sintaxis, en definitiva, para experimentar con una grafía que sugiere un clima, más allá de las frases o sintagmas que lo inducen como las palabras: misterioso, consecuencias, delictivos.
Por ahora, la presentación del texto refiere a la puesta en escena, a la creación del clima, a una presentación de casos, en el sentido psicoanalítico, la letra como sugerencia de inicial de nombre o apellido, o de caso policial, o de simple protección de nombres bajo la insinuación de ser reales, y cercanos.
Todavía una integración de partes entre recursos de varios géneros, por ahora una geometría tipográfica, y varias promesas.
Habrá que estar atentos.
Este número de la revista Odradek, se caracteriza por las propuestas que establecen un nexo entre historias, como promesas que se van abriendo en la línea del tiempo.
Este blog se mantiene con escritores de la Revista Odradek
1 Comment:
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- Anónimo said...
22 de marzo de 2009, 23:45Impresionante el texto de Pafundo de este mes. Aunque me parece sumamente destacable el de Bouche, con una crítica ácida a la tontera de los medios de comunicación actuales...a los que casualmente refiere de alguna manera el texto de Gárriz. Lo de Garcia, como siempre, sublime. Su narrativa le da vuelo a la revista, de la misma manera que el texto de Martinez y su metafora de un gato con nombre de mes. Impresionante también lo de Gigena y el celebrado regreso de Betty a las páginas de Odradek. Drut: sublime. Es impresionante como el manejo de las palabras es capaz de convertir la refutación de un concepto menor en una obra de arte. Y también impresionante el texto de Fombona, a quien cada tanto le dan espacio para mostrar su habilidad como literato. En fin, creo que toda la revista vale la pena. Podría ponerme a enumerar texto por texto lo que hay, pero no me parece que sea éste el espacio en el cual hacer un análisis de cada una de las pequeñas maravillas de 2000 caracteres. Porque inevitablemente, si hiciera eso, podría llegar a ser injusta con algunos, y no es la idea. Porque, quien sabe, a lo mejor alguien que no coincida con mis opiniones un día puede llegar a buscar algún tipo de venganza, y eso no me gustaría.
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