Leve y renovado en el número 32 de la revista Odradek, Octubre, ha venido acompañándonos desde “Diario íntimo”, en el número 30 de la revista Odradek, y ántes aún, en “Tiempo”, número 29, y nos lo presentaron allá, en el número 27, “Octubre”, se desperezó en el número 28, “El pacto”, en donde la desaparición era otro personaje.
En el tiempo, como un ardid, apareció Octubre, la relación entre el tiempo de relojes y Octubre, no es sólo un artificio dentro del texto, también lo es la vida de sus personajes.
El tiempo y las desapariciones, podría decirse que son el hilo conductor de los textos con que Nora Martinez nos viene deleitando cada mes.
La desaparición de Simón y su conversión a Shim, la desaparición de juguetes bajo los muebles de cocina la desaparición de la mujer de la casa, la desaparición del tiempo y la aparición de Octubre.
Debo reconocer que la ausencia de Octubre en el número 31, no sólo me pareció notable, sino que también perturbadora, porque una cosa es un anuncio y otro un hecho.
Los textos de Nora Martinez, en referencia a Octubre, pliegan y despliegan entre sí el tiempo, de la misma manera que los personajes.
Las descripciones de la vida de Octubre, son impecables, completamente visuales, una puede ver los movimientos de Octubre ocurrir simultáneamente con las palabras, y es en el único instante en que parece que el tiempo se detiene.
Vengo siguiendo estos relatos con gran placer, ya que Nora Martinez en su nube de juegos narrativos nos enfrenta a varias paradojas, desarticulando la idea del tiempo como regulador universal de la acción y del pensamiento para convertirlos en personajes con los que es fácil establecer afectos, atentando contra la determinación del lector de colocarles un lugar específico en la perspectiva de un relato por entregas.
El hecho de ser relatos cortos, fragmentarios, atravesados por algunos meses entre publicación y publicación, me ha inducido a colocar los textos de Nora Martinez en una coincidencia en este comentario, aquí abajo, de manera que el lector pueda deleitarse leyendo los textos, que en conjunto, muestran la habilidad de esta autora en capturar de una manera sostenida nuestra atención/tensión de lectores, donde el tiempo que juega un rol soberano, sorpresivamente se suplanta por el dominio del espacio.
Excelente el texto del número 32. No sabemos si continuará, pero sin duda Octubre ha dejado, o está dejando huella. Quién sabe, no sabemos si el tiempo disolverá Octubre o el espacio resuelva devolver lo que tomó.
En el tiempo, como un ardid, apareció Octubre, la relación entre el tiempo de relojes y Octubre, no es sólo un artificio dentro del texto, también lo es la vida de sus personajes.
El tiempo y las desapariciones, podría decirse que son el hilo conductor de los textos con que Nora Martinez nos viene deleitando cada mes.
La desaparición de Simón y su conversión a Shim, la desaparición de juguetes bajo los muebles de cocina la desaparición de la mujer de la casa, la desaparición del tiempo y la aparición de Octubre.
Debo reconocer que la ausencia de Octubre en el número 31, no sólo me pareció notable, sino que también perturbadora, porque una cosa es un anuncio y otro un hecho.
Los textos de Nora Martinez, en referencia a Octubre, pliegan y despliegan entre sí el tiempo, de la misma manera que los personajes.
Las descripciones de la vida de Octubre, son impecables, completamente visuales, una puede ver los movimientos de Octubre ocurrir simultáneamente con las palabras, y es en el único instante en que parece que el tiempo se detiene.
Vengo siguiendo estos relatos con gran placer, ya que Nora Martinez en su nube de juegos narrativos nos enfrenta a varias paradojas, desarticulando la idea del tiempo como regulador universal de la acción y del pensamiento para convertirlos en personajes con los que es fácil establecer afectos, atentando contra la determinación del lector de colocarles un lugar específico en la perspectiva de un relato por entregas.
El hecho de ser relatos cortos, fragmentarios, atravesados por algunos meses entre publicación y publicación, me ha inducido a colocar los textos de Nora Martinez en una coincidencia en este comentario, aquí abajo, de manera que el lector pueda deleitarse leyendo los textos, que en conjunto, muestran la habilidad de esta autora en capturar de una manera sostenida nuestra atención/tensión de lectores, donde el tiempo que juega un rol soberano, sorpresivamente se suplanta por el dominio del espacio.
Excelente el texto del número 32. No sabemos si continuará, pero sin duda Octubre ha dejado, o está dejando huella. Quién sabe, no sabemos si el tiempo disolverá Octubre o el espacio resuelva devolver lo que tomó.
Este blog se mantiene con escritores de la Revista Odradek
5 Comments:
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Ya estoy ansiosa por saber que nos deparará el Odradek 33.
Pero es un alivio que estes de ese lado, leyendo.
Gracias por tus palabras.
(Me desaparecioooó.....!!!)
Tal vez dentro de siglos, cuando alguien recuerde Odradek, rememorará una frase perteneciente a uno de tus comentarios.
No dejes de comentar por la sensación de ser ignorada. El arte no se hace pensando en lo que diran los críticos, sino en lo que se quiere decir. Quienes hoy te ignoran o no te mencionan, ya se traicionaran al reconocer la calidad de tu obra.
Saludos.
Creo que los escritores tenemos alguna hormona desarrollada especialmente para ignorar que nos ignoren, porque de otro modo no se explicaría que insistamos con escribir...
Me alegra que la idea de que no leían la columna no sea cierta, y aprovecho para invitarte a escribir también, ya que como integrante de Odradek, sos dueño de este espacio, del cual en realidad siempre creo que abuso para escribir.