El libro de un escritor ruso a quien Dostoyevsky usó como personaje en la novela de los hermanos Karamazov, Soloiev, más conocido por el escándalo que promovió su idea de separación entre el Este y el Oeste dentro del marco de la religión, señalando que el contraste entre Oriente y Occidente se puede resumir de una forma muy simple: Mientras la Iglesia Oriental reza, la Iglesia occidental reza y trabaja; expresando de este modo una línea opuesta a los esfuerzos papales de su época, padre de la filosofía Rusa cristiana, alojado en la biblioteca de Raúl Sciarreta, por su parte, comunista, que en contacto con los textos de Freud, de Althousser, de Lacan buscaba una renovación del marxismo por la vía de atacar su corte totalitario, son las claves del extrañamiento del texto publicado por Germán García en el número 29 de la revista Odradek. Hay un libro que no fue abierto durante 62 años, ¿cuántos años tendría Raúl Sciarreta en ese momento?
La musicalidad del texto de Germán García , “En la madrugada”, me pareció resonar con relatos como los de Borges en donde un libro, un escritor, una referencia editorial, un año, un lugar, que generalmente es una biblioteca, introduce al lector en el clima del enigma, tal como ocurre en una película de misterios en donde la música corteja los latidos del secreto; luego, fragmentariamente, la definición de otros personajes como tramas que se enhebran mediante componentes de la memoria, con un formato de micro estructuras que me hizo pensar en ciertos recurso de la novela de Bolaño en "Los Detectives Salvajes", establecen como siempre en las historias de Germán García, una concordancia entre memoria y mundo, sobre todo cuando se establece la relación en los años de formación, la juventud.
Entre las conexiones extrañas que Germán García revela, me hizo pensar en la descripción de un protagonista como una rémora, desarrollándose y sobreviviendo en el exterior de un tiburón, eligiendo ese pez superior y peligroso para existir, tal como los escritores solemos coexistir con nuestros héroes literarios.
Entre las conexiones extrañas que Germán García revela, me hizo pensar en la descripción de un protagonista como una rémora, desarrollándose y sobreviviendo en el exterior de un tiburón, eligiendo ese pez superior y peligroso para existir, tal como los escritores solemos coexistir con nuestros héroes literarios.
Melancólica y transfigurada representación de la memoria en el texto de Germán García.
1 Comment:
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- Anónimo said...
20 de enero de 2012, 0:43Es serio? No!~ Es no posible!
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